Algo que creía imposible

sábado, 31 de octubre de 2009

Hacer Marshmallows puede ser interesante!.

Hoy, en los preparativos de Halloween/Día de Todos los Santos, y aprovechando que justamente cae en fin de semana, y por lo tanto, tengo un poco más de tiempo, decidí aventurarme. Es una cosa entretenida de hacer si tienes tiempo, muchas ganas y no te importe que quede totalmente un desastre en la cocina.
Si te importa el desorden, no sigas viendo, no quiero que te estreses.
Batir, con estas maravillosas batidoras, gelatina, agua y azúcar. Hay que darles su tiempo y dejarlas trabajar. Nada parecía tomar forma, hasta que 10 minutos después de arduo trabajo (no el mío, por supuesto) estaba ya casi todo terminado. Quiero decir, que el trabajo duro se lo lleva todo la máquina (luego limpiarla es una lata, porque está todo pegote y azucarado, pero "al que quiere ..que le cueste").
El batido blanco y espumoso debe dejarse reposar en un molde engrasado, yo utilicé mis adorados, moldes de silicona, no lo unté con aceite sino que lo pasé por agua, y sin secarlo vertí el batido encima. Allí quedó toda la noche, a temperatura ambiente y sin ser movido.
A la mañana siguiente ya estaba "cuajado", blanco como la nieve y totalmente suelto del molde (sigo sin poder explicar los miles de beneficios que utilizar estos moldes me ha traído). Me imagino, que si se hacen con gelatina de sabores, quedan marshmallows de colores.
Ahora, mucha maicena y paciencia, porque ahora sí que se complica el tema. Todo se pegotea al cortar el marshmallow, y se pueden cortar de la forma que uno quiera. Esta vez, fui por el cuadrado, era lo más fácil..y aún así me tomo mucho tiempo.
Luego, sacudirles un poco la maicena y ya están. Son perfectos, dulces, suaves, exquisitos, lindos y lo mejor de todo caseros.
Las que tiene hijos tienen agradecer que hay todavía golosinas que podemos hacer nosotras mismas, y saber lo que los peques se meten a la boca es impagable!!!
Receta de Marshmallows
3/4 taza de agua fría
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharada de gelatina sin sabor o 2 hojas de colapez
1 1/2 taza de azúcar
1/2 taza más 2 cucharadas de glucosa
-maicena o azúcar glas para espolvorear
Mezclar en media taza de agua la vainilla y la gelatina, y dejar que se disuelva alrededor de 5 minutos. Si la opción es con colapez, calentar el agua con la vainilla y disolver en ella las hojas de colapez que previamente se han remojado en agua fría.
En una ollita poner el azúcar, glucosa y el resto de agua (1/4 taza) a hervir. Cocinar hasta que la mezcla llegue a 116ºc en un termómetro. Sacar del fuego.
En la batidora, batir la gelatina con su agua por 30 segundos, sin dejar de batir comenzar a echar con cuidado el almíbar caliente por el lado, y batir, batir, batir, por 15 minutos.
Verter todo el preparado en un molde mojado previamente, ojalá de silicona, porque es más fácil para desmoldar. Y dejar toda la noche en reposo a temperatura ambiente.
Al día siguiente, desmoldar, cortar y pasar por azúcar flor o maicena.
Los marshmallows están mejor en los días siguientes, van tomando más consistencia. Duran hasta 2 semanas a temperatura ambiente.

Felíz Día de Todos los Santos, especialmente a los míos!

Últimos días de verano

lunes, 19 de octubre de 2009

Siempre hay una fruta del frutero que se queda, pasan los días, pasan las manos y la pobre ciruela sigue en ahí, la fuente ya solo tiene un color, el morado/púrpura.
Ya me pregunto yo para que sigo comprándola, pero es que en la tienda se ve super tentadora, forma parte del delicioso grupo de frutas de verano que apetecen todo el inverno, y entonces la sigo pidiendo. Y ahí se queda.
Ahora, y después de hacer este pastel, la necesito, el pastel es buenisimo y demasiado fácil (para lo espectacular que resulta).
Es la prueba de fuego de mi molde de silicona (utilizado previamente para esta receta) porque aquí el fondo (que luego es la superficie de presentación) tiene que quedar perfecto, y es carameloso, frutoso, pegajoso y delicioso, así que no cualquier molde sirve para ello. Sobre las frutas y el azúcar va la capa de masa, porque es un batido espeso y denso, casi casi una masa. Al voltearlo voilá!! impresionante!! me quedé con la boca abierta, de lo fácil y limpio que resultó el proceso de desmolde. Ha valido la pena hasta el último céntimo gastado en mi colección de moldes de silicona. Con éste pastel me luzco y parece hecho por un verdadero profesional. Sigo impactada...y solo un molde que lavar y nada nada de pegajoso.
Deliciosa, muy suave y fresca a la vez. Idealmente servir con una cucharada de crema batida o yogurt griego, y queda de fiesta. Pero para mí, fue el postre de mi cena de Lunes. Muy feliz me quedo con el resultado, y por supuesto lo quiero compartir. Animaros, que está de maravilla.
Receta Pastel de Ciruelas
5,5 gramos levadura instantánea
1/4 taza agua tibia
2 tazas de harina
2/3 taza de azúcar
1/2 cucharadita de sal
1/2 taza de yogurt natural o griego
1 huevo
1 1/2 cucharadita de ralladura de limón
1 cucharadita de escencia de vainilla
125 gramos de mantequilla
1/3 taza de azúcar para el molde
750 gramos ciruelas cortadas en "gajos"
Disolver la levadura en el agua tibia y dejar reposar 5 minutos.
Mientras tanto hacer un volcán con la harina, azúcar y sal. En el centro poner yogurt, huevo, ralladura de limón, escencia de vainilla y levadura. Mezclar bien (idealmente con batidora eléctrica porque el batido es denso y pesa), y poco a poco ir agregando trocitos de mantequilla y seguir mezclando hasta que ya no se vean trozos enteros de ésta (alrededor de 5 minutos para que quede muy suave y homogénea). Tapar el bol y dejar que repose 2 horas (para que suba la levadura).
Preparar el molde, enmantequillar un molde de 26 cms (o nada de mantequilla y usar un molde de silicona) cubrir con el tercio de taza de azúcar y disponer en relativo orden los "gajos" de ciruela.
Una vez leudada la masa voltear encima de las ciruelas (con un mínimo de cuidado para no arruinar el despliegue artístico de los trozos en el molde) y dejar 30 minutos que suba otro poco. Hornear en horno precalentadoo 5 minutos a 180ºc por media hora.
Una vez fría invertir directamente en el plato de presentación. Ideal para llevar entera a la mesa y lucirse.